Proyecto expositivo específico de Concha Jerez para el MUSAC que, bajo el título “CONCHA JEREZ. INTERFERENCIAS EN LOS MEDIOS”, traza un recorrido transversal a través de obras significativas de Concha Jerez que ha venido realizando desde 1975 hasta la actualidad, como interferencia en los medios de comunicación -prensa, radio, televisión-. Algunas de esas obras se produjeron en su día y se presentaran tal cual se concluyeron. Otras que, por diversas razones, se produjeron en su momento y que requieren una actualización tecnológica. Finalmente, otras obras específicas para el lugar que se realizarán para la exposición formando un recorrido a través de la misma.
Disposición de las obras en el espacio:
Obras en la SALA 4,2:
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Obras en la SALA 4,1:
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Obras en la SALA 5,1:
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El proyecto de exposición que proponemos en “Concha Jerez. Interferencias en los medios” traslada en su título un modo de actuación que se constituye en eje conductor de una interpretación basada en la resignificación o resemantización de los mensajes procedentes de los media.
Los conceptos de PAISAJE e INTERFERENCIA son utilizados por la artista como una herramienta que hace posible una relectura de los discursos que nos bombardean a diario. Un sinfín de mensajes y reclamos que nos llegan de múltiples frentes y nos empujan a una apreciación que cambia rápidamente de referentes, forzando lecturas simultáneas y, a veces, contradictorias y desplazando la percepción de la realidad hacia un consumo voraz e indiscriminado de informaciones, objetos e imágenes.
Como las tachaduras en los textos, que ha utilizado con frecuencia, el concepto de interferencia es incluido por Jerez como un mecanismo que desbarata el discurso lineal, como mecanismo de disrupción y de alteración, de suspensión y desplazamiento, de apertura y solapamiento en el terreno de los significados.
Tachar lo que ha sido enunciado, ocultar fragmentos de imágenes y de textos extraídos de los medios de comunicación, subrayar una parte, suprimir otra, reconducir a un contexto diferente para resaltar o hacer estallar un nuevo significado ajeno a la intención contenida en un discurso se convierte en estrategia para la artista. Lo ha hecho con la información extraída de los medios de comunicación, con imágenes que fragmenta, disgrega o destruye –como esos textos quemados de los que muestra apenas sus cenizas, o los que aparecen impresos sobre cortantes cristales rotos– dejándonos ver apenas un residuo de significación. Palabras quemadas, conversaciones interrumpidas, voces entrecruzadas, imágenes descontextualizadas, residuos de la opulencia informacional, objetos desmembrados, desechos de la tecnología electrónica, ropa o zapatos usados, restos de la opulencia…
La artista pone en marcha todos los mecanismos de interferencia de que dispone y los coloca generando fricciones en estos “paisajes” mediante la paradoja, el choque visual y significativo. Los elementos que elige están cuidadosamente seleccionados y abarcan resonancias de todo tipo: materiales reciclados, objetos producto del encuentro fortuito, desechos del consumo cotidiano, sonidos que se mezclan, imágenes fragmentadas, textos ilegibles. Extrañamiento y dislocación. Espejos que nos devuelven una realidad que exige, de nuevo, una reubicación de la mirada; objetos funcionales en desuso y residuos de productos banales que arrastran asociaciones que invitan a una nueva reordenación, a una nueva interpretación.
Jerez elabora un discurso plagado de discontinuidades, de elementos que irritan el espacio y el significado, metáforas de un malestar crítico respecto a los modelos de vida que se nos imponen y mediante los que construye la posibilidad de pensar otros modos de existencia.
Alicia Murría, 2014. (Comisaria de la muestra).