La Instalación NÁUFRAGOS EN EL ESPACIO DEL ENTRE (2002) tiene su origen en La Regenta en las Palmas de Gran Canaria como parte de la exposición de Concha Jerez titulada RESTOS ANÓNIMOS DE UN NAUFRAGIO.
Una pared saturada de escritos ilegibles aparece dividida en dos partes correspondiente a los dos pisos, que cubre la totalidad de un paño de la planta de arriba y otro de debajo. En mitad de la pared aparece la palabra ENTRE, fragmentada en dos mitades, con lo que la lectura resulta imposible, al menos realmente. En la planta de arriba se puede ver el fragmento de abajo de la palabra ENTRE, mientras que en el piso de abajo ocurre a la inversa.
Esta intervención nos enfrenta a la idea de frontera, desde luego, pero asimismo implica la ambigüedad, lo uno y lo otro al mismo tiempo y por consiguiente, la materialidad del desplazamiento, de la diferencia a la repetición y a la inversa, como en un espejo.