En el umbral, las imágenes y sonidos del mundo fluyen sin cesar ante nosotros en el día a día de los Media. No intentamos representar esas realidades que caen como aludes imparables sobre nosotros. Es la interacción de contradicciones, de imágenes, de ideas, de elementos, de afirmaciones, de sonidos, lo que ofrecemos.
Presentamos esta obra In Situ como un espacio para la mirada y la escucha, un espacio para la reflexión.
El tema que aquí desarrollamos, se ofrece desde la posición del artista como testigo del mundo en que vive.
El espectador puede sentarse en cualquiera de las sillas que integran la obra y entrar en el umbral del Tiempo.
El espacio se aleja de la luz natural que habitualmente se introduce a través de sus grandes ventanas para, mediante la luz artificial, aislarse, en un deseo de interiorización. Esta luz artificial que se utiliza siempre en la Instalación con carácter mediático. Pero no es solo la luz la que se comporta con ese carácter mediático, sino cada uno de los elementos que integran esta obra.
En el discurrir de soledades mudas en que el individuo desposeído siente el abandono de lo justo por la sumisión colectiva a esos monstruos creados por la razón… el artista ético está en ese umbral, como testigo del Tiempo.
Concha Jerez, 1997.