El espacio de Intervención Sonora y Visual DIARIO que se realizará en el espacio en que tienen lugar los ENSEMS en el Centre del Carme de Valencia tendrá dos partes: una que se desarrollará de forma continuada en el espacio del fondo, como espacio de interiorización -DIARIO INTERIOR-, y que funcionará durante los días que duren los ENSEMS y la otra que se creará como espacio escenográfico de exteriorización – DIARIO EXTERIOR -, integrada por las partituras de la obra, que dado su formato aparecen como “partituras visuales” de la misma y que se situará en el espacio de la entrada donde tendrá lugar el concierto.

  • INTERVENCIÓN INTERIOR: DIARIO INTERIOR
    Integrado por seis módulos de madera situados sobre el suelo que se recubrirá totalmente con serrín. Cada módulo tendrá la forma de una especie de mesita / pupitre, con una cajonera abierta debajo del tablero. Las dimensiones de cada una de ellas será de aproximadamente (50×50)cm por lo que corresponde al tablero y 70cm de altura.
  • Los módulos se distribuirán aleatoriamente por el espacio, situándose de forma invertida, es decir, el tablero en el suelo y las patas hacia arriba.
    La parte de abajo de la cajonera, que dado su posición en el suelo será la parte de arriba, estará recubierta con una tela de peluche sintético de pelo largo. Sobre ella, en el centro, se colocará una luz giratoria de emergencia. Estas luces serán el único elemento lumínico del espacio.
  • En el interior de la cajonera se ocultará, en cada uno de los módulos, un miniequipo portátil con un lector de CD, cuyo CD, creado para la ocasión, será distinto en cada uno de los módulos, leyéndose los diversos cortes, de cada uno de ellos, de forma aleatoria.
  • Cada uno de los seis CDs se realizará compositivamente a partir de los siguientes materiales, tratados individualmente por separado:
    • La interpretación de la cantante Belma Martín de las partituras de la obra.
    • La interpretación de la percusionista Pilar Subirá de las que le corresponden.
    • La interpretación de las partituras de la electrónica en vivo a cargo de Pedro López.
    • Una serie de secuencias grabadas por los autores,
    • Otra serie de secuencias complementarias de las anteriores
    • Finalmente en el sexto módulo, las 40 frases que generan la obra en su totalidad.
  • También oculto se encontrará el transformador de la luz giratoria, así como el cableado. Y ya, de forma visible, se incluirán fragmentos de obras visuales anteriores, voluntariamente destruidas, entrelazados con restos de ropas y zapatos viejos encontrados en la calle.
    El espectador al moverse por el espacio, aparte de sentirse rodeado por los sonidos procedentes de los módulos, en cada momento podrá escuchar una composición diferente, dada la aleatoriedad de cada uno de los equipos, generándose debido a ello, una continua nueva composición que surge de forma procesual.
  • INTERVENCIÓN EXTERIOR: DIARIO EXTERIOR. Integrado por tres Intervenciones:
  • Intervención 1. Situada a la derecha del espacio según se entra.
  • Integrada por veinte módulos formados cada uno de ellos por una fotocopia realizada sobre una cartulina blanca de (100×70)cm y dos listones de madera de 2m de alto y (3×2)cm de grosor. La cartulina se sujetará lateralmente en los dos listones, a manera de pancarta, apoyándose en la pared. En cada una de las cartulinas se encontrará una de las veinte partituras para la voz que integran la obra. La cantante que se situará delante de ellas, irá recorriéndolas e interpretándolas según una secuencia fijada por ella.
  • Intervención 2. Situada al fondo del espacio según se entra, detrás de la percusión acústica.
    Integrada por 20 módulos formados cada uno de ellos por una fotocopia realizada sobre una cartulina blanca de (100×70)cm y dos listones de madera de 2m de alto y (3×2)cm de grosor. La cartulina se sujetará lateralmente en los dos listones, a manera de pancarta, apoyándose en la pared de detrás del escenario donde se sitúa la percusionista. En cada una de las cartulinas se encontrará una de las veinte partituras para la percusión acústica que integran la obra.
  • Intervención 3. Situada a la izquierda del espacio según se entra, detrás y a los lados del percusionista electroacústico.
    Integrada por 40 módulos formados cada uno de ellos por una cartulina blanca de 1.50m de alto por 2m de largo, enroscada formando un cilindro en posición vertical. Sobre el papel de cada uno de los módulos, se trazará una partitura de las 40 para la percusión electroacústica de la obra.

 

La Instalación Intermedia Sonora y Visual DIARIO toma la forma de un diario personal desarrollado en fragmentos entrelazados. Por eso está integrado por distintos episodios, ligados por una cierta subjetividad que el género “diario” siempre sugiere. Asimismo, el sobreentendido, el entrecomillado o subrayado, el monólogo truncado en una palabra o el gesto lingüístico, forman parte de las estrategias expresivas de la obra. Al realizarla hemos profundizado en nuestros recuerdos, en una época de velocidad y desmemoria. Como diario, su estructura viene dada mas bien por el soporte físico -el diario- y por la grafía de la persona que lo escribe. Aquí la grafía y lo escrito tienen relevancia absoluta, a varios niveles.
El entorno en el cual la obra viene al mundo es el del zapping, lo que equivale a decir el de la intrascendencia. Milan Kundera decía en su novela “La Insoportable levedad del ser”, que los ciclos de repetición de la existencia proclamados por Nietzsche otorgarían a cada acto de la vida un peso insoportable, en tanto que los actos que tan sólo se produjesen una vez -el modelo al uso de existencia- darían a ésta y a aquellos una absoluta levedad. En nuestra opinión, el momento actual de la cultura y de los movimientos de opinión pública -por cierto, casi siempre inducidos por la empresa informativa- demuestran lo contrario. Un acto mil veces repetido genera una absoluta cotidianidad respecto del mismo que no posee el acto único. Estamos entonces rodeados de actos y de imágenes visuales y sonoras equivalentes en cuanto a relevancia, que se neutralizan y anulan al ser percibidas sin solución de continuidad entre ellas. El patrón no sería el peso -y su contrario, la levedad-, sino el concepto de trascendencia. Por supuesto, no necesariamente en relación con una sacralización de los actos de la vida, sino unas prácticas que permitan otorgar valor a dichos actos, singularidad, peso, relevancia, consistencia para el ser humano que los lleva a cabo.

En el Arte también se ha dejado sentir esa intrascendencia que preside nuestro momento, acaso porque estamos en un momento de transición. Y quizá, en el Arte como en la vida, la ruptura más eficaz de ese círculo vicioso pueda llevarse a efecto apelando a la capacidad de asombro, convocando lo sorprendente, lo mágico, lo singular. Todos esos pensamientos han hecho mella en nuestro DIARIO.

Esta obra parte de otra nuestra -EL DIARIO DE JONÁS que fue un encargo del CDMC (Centro para la Difusión de la Música Contemporánea) para el 13 Festival Internacional de Música Contemporánea, estrenándose en las Cuevas de Canelobre (Alicante) el 27 de Septiembre de 1997. Se trataba de un concierto que duraba 53 minutos que contaba con tres músicos en vivo -cantante, percusión acústica y electrónica en vivo-, más sonido organizado grabado en 4 fuentes sonoras y una acción constante en el tiempo.

Todo el material para los intérpretes surgía de cuarenta frases, otros tantos recuerdos expresados verbalmente, veinte correspondiendo a cada uno de los autores. Diversos tipos de transformaciones, visuales, fonéticas y hasta semióticas en cierta medida, permitían generar de esas frases la música que se interpretaba en vivo. El aspecto modular aseguraba que siempre sonara esencialmente lo mismo en cada audición de la pieza, pero que en cada ocasión habría un buen número de elementos imprevisibles que harían distinto el resultado. Eso es nuevo para nosotros en cuanto a nuestros conciertos “intermedia”, pero no es tan extraño en nuestras Intervenciones Visuales y Sonoras donde los elementos están siempre ahí, pero sus encuentros y desencuentros se producen siempre de modo distinto para el espectador.

Tampoco es nuevo en nuestro trabajo el concebir los distintos medios y soportes como ámbitos para la escritura, lo que quiere decir una traslación del acto de escribir en su aspecto más desnudo y esencial al hecho de desplegar unos signos visuales y sonoros, así como también unos gestos, en un espacio y tiempo concretos.

Concha Jerez, 1998