Parto de cuarenta cartas de solicitud a un empleo en la elaboración de cada uno de los elementos de esta “Arquitectura Inútil”. Una carta es, quizás, nuestra obra estética y musical más auténtica. Elaborada sobre un espacio vacío, vamos trazando cuidadosamente en ella márgenes, frases con ritmos y cadencias, silencios, acentos letras, signos…

Cuando la carta es de SOLICITUD, el esmero es aún mayor puesto que queremos dar la imagen que deseamos que los demás vean en nosotros.

Hay muchos temas en esta “Arquitectura Inútil”: ¿asciendes o desciendes? ¿te extingues o te transformas? ¿Corres detrás de la presa o pones trampas para cazarla? ¿Trepas, subes o desciendes en la escalera? Cuarenta. Azar. Juego. Cada uno de los elementos que integran esta Arquitectura deben ser observados simultáneamente desde el punto de vista estético y musical, en este segundo caso como partituras.

 

 

El elemento en el que me planteo el interrogante ¿te extingues o te transformas? Es una obra procesual comenzada en el estudio, transformada en el patio de este edificio –  en una acción realizada el día en que se inaugura la muestra –  y finalmente situada en el contexto de mi Arquitectura Inútil en que seguirá su proceso de evolución.

Hay otro elemento procesual, es en el que me cuestiono ¿asciendes o desciendes? Situado en la escalera de entrada y en el patio. Con el paso de los días dejando sentir en él de forma intencional la transformación habida por la ubicación geográfico-humana de la muestra.

 

Concha Jerez, 1984