AMBIGUO, CONCRETO
1984
Instalación y Performance
Centro Cultural de Arganzuela. Madrid.
El concepto que subyacía bajo esta Instalación era el del cuestionamiento entre los conceptos de Ambiguo y Concreto: ¿Cual es el límite entre Ambiguo y Concreto?
Partiendo de este interrogante la autora expuso tres líneas de trabajo: una primera basada en aspectos personales; una segunda de carácter estético centrada en el espacio arquitectónico específico, y una tercera en la conexión del mismo con el Matadero Municipal de Madrid que seguía funcionando junto al espacio.
La Instalación AMBIGUO / CONCRETO intervino el espacio en diversos niveles:
- A escala arquitectónica, se intervinieron los contrafuertes de la sala con 14 falsas columnas de espejo que los continuaban.
- En el centro de la estructura se situó un columpio de cristal intervenido por un acetato que incluía grafismos de 40 palabras ambiguas. En el suelo, bajo el columpio, se colocaron espejos de cristal que reflejaban la pieza.
- En relación con el anexo Matadero Municipal, se incluyó en la Instalación un carro viejo y una rejilla del Matadero Municipal intervenidos con papel continuo con escritos ilegibles el primero y con una baraja el segundo intervenida con palabras ambiguas.
- En relación con las columnas rojas, se continuaron dichas columnas en el suelo cubriéndose el suelo de serrín, de tal modo que era difícil diferenciar dónde empezaba y terminaba la columna verdadera. Sobre el serrín se colocaron palabras ambiguas escritas con grafito y, en los extremos, poleo, té verde, sal y azúcar.
La Instalación se concluyó con una performance, como rito de transformación, en la que intervenían el azar, los espectadores, los elementos de la Instalación y la propia artista.