Jardín de Poetas. Instalación sonora octofónica de Concha Jerez y José Iges, con las voces de poetas españoles e hispanoamericanos leyendo su propia obra.  Jardin de Poetas: Audio sample stereo


 

Con las voces de sesenta y tres poetas latinoamericanos y españoles hemos construido este metapoema en el espacio de un jardín y en el tiempo de quien lo visita. Es una instalación sonora octofónica hecha de voces y sonoridades, que va del sentido semántico al puro sonido y viceversa. La obra, que fue encargo de la Fonoteca Nacional de México para su inauguración en diciembre de 2008, ocupa aquí una parte del Jardín de la Antigua Escuela de Caminos de Madrid (Jardin del Observatorio), junto a la histórica Cuesta de Moyano y al pie del Retiro. En este trabajo se pone en pie un diálogo sólo posible gracias a la tecnología electrónica, que en su momento liberó a las voces de esos poetas de los tiempos y los espacios por ellos habitados, permitiendo en nuestros días esta instalación sonora en el espacio de un jardín concreto y en el tiempo de quien lo visita.

En esta composición en ocho pistas se crean juegos de polifonías vocales como en una pieza coral, pero también solos, dúos o tríos, mientras que en otros momentos la obra muestra una atmósfera dramática favorable para la lectura de un determinado texto, o en otras se explota y multiplica en el espacio y en el tiempo un poema para mejor servir su contenido, o bien se transforman con ayuda de la electrónica algunas palabras o frases en puro sonido o se seleccionan fragmentos brevísimos de las voces de los poetas como si se tratase de balbuceos. Por ello, en nuestro “Jardín de Poetas” hay una referencia a tradiciones y prácticas recientes tanto de la poesía discursiva y experimental como del arte sonoro. Es decir, hacemos alusión al fonetismo, a la poesía de acción, a la poesía sonora, a la poesía versificada o la prosa poética. Pero también a géneros como la creación electroacústica, la instalación y la escultura sonora o el radio arte. Se ha pretendido crear un lugar de encuentro imaginario entre esos poetas de distintos países y épocas leyendo su propia poesía, pero también dar nuevos sentidos mediante esas voces y contenidos al espacio físico de un jardín felizmente recuperado como espacio público en toda su potencialidad.